Seguidores

jueves, 12 de enero de 2012

LA LAGUNA

La Albufera de Valencia ha sido desde que la conocí uno de mis lugares favoritos para fotografiar tranquilamente, ya hace años.

Lo cierto es que hacía un par de años que no me acercaba por allí en mis viajes a Valencia. Me debo de estar haciendo vago (mas aún).  Este viaje último me acerqué el dia de Nochevieja y pude hacer unas cuantas fotos, aunque de bastante mala gana. Aquello se ha convertido en una romería donde casi hay que pedir número para poder posar el trípode o para que no se te metan en cuadro media docena de "fotografos" locos por llevarse la consabida foto.

La fotografía se ha democratizado, de eso no cabe duda, pero al mismo tiempo, con esa masificacion, se ha perdido el encanto, el misterio y hasta aquella incognita que uno tenía latente hasta que recogía sus copias en el laboratorio, o las veia subir en la cubeta del cuarto oscuro.  La inmensa mayor parte de todas esas fotografias no llegaran a ver la luz, serán solo una de esas imagenes que nunca salen del teléfono o, en el mejor caso, de la pantalla del ordenata...., nunca serán FOTOGRAFIA.  Sus autores se iran poco a poco desencantando, perdiendo interés por la Fotografía como forma de expresión sencillamente porque no se han molestado en ir solo un poco mas allá.

En cambio, esa democratización ha hecho que mucha gente se haya interesado por la Fotografía, por su historia, por su léxico, por todo ese mundo de sensaciones que en un sencillo formato en dos dimensiones, puede llegar a provocar un gesto,  un paisaje o una imagen costumbrista que dejará la estela del tiempo en que se vivió....  Y eso hay que agradecerselo a la imagen digital, a su economía de medios y a su accesibilidad inicial.  Ese "provocar la arrancada" que, a veces, prende en  el que se anima a hacer una fotografía y ve en ese mirar a su alrededor una nueva forma de asombrarse con lo que le rodea.

Así que, a pesar del molesto gentío que rodea lugares tan emblemáticos como éste, seguiré acudiendo a fotografiar, a llevarme unos gramos de emoción ante la serenidad de sus paisajes, la limpieza de sus luces y contrastes.  Seguiré disfrutando, aunque sea un poco menos, de esa paz que transmite con solo sentarse al lado de la orilla a contemplar el espectaculo de la puesta de sol.


11 comentarios:

  1. Bien chula, me encanta el BN, en esta foto.

    ResponderEliminar
  2. Un buen paisaje y en B/N queda precioso. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Un fotón, como siempre querido amigo, un fotón.
    Es cierto lo que dices, la fotografía ha llegado, con el uso del móvil, a estar al alcance de cualquiera. Lo que sucede es que le inmensa mayoria de estos "fotógrafos" nos saben lo que esa palabra significa en realidad. Lo único que pretendes es llevarse una imagen en el bolsillo. No has entendido nada del lenguaje de este arte, no tienen ni idea de lo que puede significar el tiempo que lleva pensar sobre lo que se esta viendo, componer lo que se quiere contar y lo que no, sentir la emoción del gran momento en el que la foto ya esta ahí en la tarjeta pero en bruto, sin ese posterior trabajo en casa, en el laboratorio hasta ir dándole el aire, la textura, el retoque último. Y sobre todo ignoran lo que es el punto final, la edición de la imagen para que otros la vean.
    Como las letras si nos se muestran no son nada, así la fotografía si no se enseña no es nada.
    Un abrzo amigo

    ResponderEliminar
  4. Y tanta razón llevas Antonio. Hay momentos en los que uno sencillamente espera, paciente, y de algun modo se mimetiza con el entorno sin prisas, nada mas que observando a gusto.

    Puede que al principio solo se mida la tarjeta por la cantidad de fotos que te traes en ella, pero poco a poco, sustituyes la cantidad por calidad... y satisfacion, la satisfación de haber disfrutado del momento, del lugar y de poder traerte alguna FOTOGRAFÍA, en mayusculas como tu bien apuntas.

    Mi padre era un gran aficionado a la pesca y a veces comentaba de que habia gente que no entendia como una persona podia permanecer largos tiempos apostado en un rio, solo y, en muchos casos sin nada en la cesta a la vuelta a casa.

    En cierto modo como aficionada a la fotografía en muchas ocasiones me siento como un pescador, ese solitario, que hace lo que le gusta, en compañia de si mismo, que no le importa la cantidad, sino, el haber disfrutado por poder hacer lo que mas le gusta, y la cesta es como la tarjeta...

    Gran imagen, deliciosamente bonita y apacible.

    Biquiños!!!

    ResponderEliminar
  5. Una preciosidad, y debajo los arrozales.

    A mi también siempre me gusto mucho, sus atardeceres son un sueño.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Magnifica una preciosa foto..muy bien editada...es una belleza

    te felicito
    una brazo

    ResponderEliminar
  7. Buena escala de grises. Se masca la calma.

    ResponderEliminar
  8. perfecta calma.

    interesante tus palabras, hay mucho sobre este tópico: ¿a donde va la fotografía?

    me gustaría que leyeras estos puntos y me digas que opinas:

    http://www.blogger.com/comment.g?blogID=6287259790826683812&postID=162591886172753467

    y podríamos debatir, es que como bién dices, esta lo positivo y lo contrario.

    un saludo

    ResponderEliminar
  9. http://elblogdelasjornadas.blogspot.com/2011/03/por-un-manifiesto-postfotografico.html

    este es el vinculo correcto.

    ResponderEliminar
  10. Una foto preciosa, el b/n fantástico.

    Enhorabuena.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Carlos Daniel..., la verdad es que cada vez que leo a Fontcuberta lo entiendo menos. Esa especie de metafísica aplicada me supera, francamente. Cuando después de leerlo con atencion logro pillar algo, en el siguiente parrafo me quedo en blanco.
    Debe de ser que mi cabeza ya no está para esas hipérboles o que mi culturilla fotografica se quedo en rudimentos mas simples y sencillos.
    Siento mucho el no poder interpretarlo.
    Saludos,

    ResponderEliminar