Si algo me ha llamado la atención, la verdad es que muchas cosas lo han hecho, ha sido la devoción que la gente tiene con sus procesiones, Cristos, Vírgenes, Cofradías y todo lo que rodea a la Semana Santa. Es curioso. La participación es total.
Os dejo una de las pocas que he podido ir revelando:
ResponderEliminarAmigo mío, en la gente que 'participa', la participación es total.
Amigo mío, habría que saber lo que significa 'participación total'
Amigo mío, seguro que la parte folclórica domina sobre cualquier otra parte pensable.
Eso si, creo que tu 'participación' nos traerá una buena serie fotográfica.
· un abrazo... de un no participante.
· CR · & · LMA ·
La Semana Santa en Sevilla es otra historia. La gente la vive y la siente. No sé, si como dice Ñoco, la parte folclórica domina sobre cualquier otra. Lo que si sé, porque lo he vivido, es que la entrega es total y el ambiente te envuelve.
ResponderEliminarY esta foto tuya también nos lleva a ese ambiente.
Un abrazo
Yo, que pertenezco a la rara especie de místico ateo suelo ver en las procesiones un resto de cultura celtibèrica precristiana. Es algo atávico y por tanto , como me encanta la arqueología y l antropología, me encanta ver un rito social fósil que quizás tiene 4000 años. El olor del incienso oriental sustituye l antigua costumbre de esparcer romero, tomillo y salvia por el suelo, que al pisarlos realizaba el efecto aromatizante. Captar el humo difuso del incienso , que se ve y no se ve, es la gracia de la fotografía.
ResponderEliminartrabajaste en digital o analógico?
ResponderEliminarDigital, Carlos. Tengo el analógico demasiado dejado.
ResponderEliminarPorque lo preguntas??
Es curiosa la falta de coherencia que existe entre supuestos actos de fe y la opinión sobre la Iglesia.
ResponderEliminarBuena foto, de difícil exposición.
Sergio, a mi modo de ver no le encuentro mas explicación que el hecho de que la fé va por un lado y la Iglesia (la jerarquía) va por otro, y sus caminos son cada vez mas divergentes.
ResponderEliminarEs una sensación extraña la que produce la luz mezclada con el incienso y las vestimentas coloridas de sacerdotes, un ritual más que es cierto que en el sur tiene un carácter muy distinto, pero que, en esta fotografía, me recuerdan los conciertos rock y metal donde las estrellas, entre luces, muestran sus mejores galas. En definitiva es otro ritual, con menos años a la espalda y con otro tipo de público fiel ... hay que ver lo que puede sugerir una imagen.
ResponderEliminarLo que nunca olvidaré es en una semana santa en Granada escuchar un paisano que desde un balcón se lanzo a cantar una saeta. Soy ateo, pero los pelos se me pusieron como escarpias y la carne como un corral de gallinas. Increíble.
un abrazo Antonio y feliz regreso
A mi que cuesta, hace años que no veo ninguna procesión. Me llega más por vuestras imagenes y por los medios, y en algunos casos me da la impresión que desde muchas instituciones se intenta promover la semana santa como un acontecimiento turístico más. El fervor religioso, de quien lo tenga, debe ir por otro camino.
ResponderEliminarEscelente imagen, Antonio.
Un abrazo.
A mi también me llama la atención esa devoción, pero las procesiones es un filón fotográficamente hablando.
ResponderEliminarLa foto excelente.
Un fuerte abrazo
Hermosa imagen, Antonio! Con la luz, la calidez y todo ese aire místico de las procesiones. Besos, amigo!
ResponderEliminarCasi huelo el incienso, que por otro lado me gusta, estoy contigo en el comportamiento del "respetable" durante esos días de SS. El resto del año es otro cantar.
ResponderEliminarUn abrazo.